Sobre monstruos y sus escondites

La Grieta: Sobre monstruos y sus escondites. Por Alejandra Pinto, panelista de Cinetoscopio.cl

La carrera de Christian Luco como ilustrador ha sido fructífera y reconocida, principalmente gracias al trabajo realizado junto a Gilberto Villarroel en El modelo de Pickman – cómic de 2009 – y Lord Cochrane, Capitán de Mar y Guerra, serie de televisión estrenada en Chile en 2016. Esta vez, el joven autor se atreve con una obra propia, siendo responsable del guión y la ilustración de su primera novela gráfica.

La grieta es una historia de terror que se vale del tono policial para lograr su cometido. Desde sus primeras viñetas seguimos al detective Samuel Garrao, quien viene desde hace un tiempo persiguiendo un caso lleno de enigmas. En la ciudad de La Montaña, se han ido encontrando cuerpos humanos llenos de restos pertenecientes a otras personas. Nadie puede explicarse cuál es el origen de estos ni cómo se llevan a cabo estos crímenes, pero Garrao, heredero de la novela policiaca más clásica, hará todo lo que esté a su alcance para resolver el misterio. Lo que no sabe es que los secretos que irá encontrando escapan de lo que está preparado para conocer.

Luco genera una historia donde el terreno se va volviendo cada vez más atrayente. La forma en que nos sumerge en su relato no permite desviar los ojos ni un segundo, porque la acción en la que obliga a entrar es vertiginosa, entregándonos personajes basados en arquetipos que podemos reconocer sin inconvenientes. Tanto el protagonista como los personajes que lo rodean tienen una forma de actuar coherente con el relato y con la forma en la que nos los presentan desde el principio, en donde los matices que se visualizan no hacen más que aterrizar su presencia y volverlos más “humanos”. Es sorprendente, porque Luco se demora muy poco en lograr esa construcción de personajes, al punto que al final del primer capítulo, ya estamos interesados en saber cuál va a ser la suerte que correrá cada uno. Cada episodio va ingresando en lugares más complejos para ellos, de los cuales no sabemos cómo podrán librarse cada uno de ellos.

Otro aspecto que resulta muy convincente es la forma en la que son presentados los escenarios. Luco construye lugares que parecen estar en movimiento permanente. El tránsito de las estrellas en el cielo, la neblina que inunda las calles, el moho de las paredes, hace que de a poco vayamos ingresando en un mundo asfixiante, perverso y desconocido. Hay preocupación por el tratamiento del color, con una paleta sombría, pantanosa, muy acorde al espíritu de la obra.

Si bien La grieta es una historia entre géneros, el lector jamás se sentirá confundido. Y aunque parece ser una novela autoconclusiva, queda en pie la posibilidad de contar con más de una secuela. Christian Luco es un narrador que sabe lo que quiere decir, el tono que sus historias deben llevar y más importante, conoce bien a sus personajes y sus obsesiones (que es, más o menos, conocer bien las propias obsesiones). La grieta no es más que el resultado de ese “saber hacer” que se convierte en un debut de calidad y que esperamos poder seguir disfrutando más adelante.